Diciembre del 2001 cambio la historia de nuestro país en un antes y un después, por un lado hubo quienes partieron buscando nuevos horizontes y otros quedaron resistiendo, creando micro emprendimientos, intentando rearmar un país, y cuando el bolsillo esta flaco y la panza vacía es cuando aparece el ingenio en su mayor expresión, y entre esas movidas nació en marzo del 2003 “Eloisa Cartonera”, un proyecto en el que se conjuga lo social y lo artístico sin fines de lucro y sin apoyo oficial, ideado por Washington Cucurto (escritor, inventor de la novela “Cumbiela”) y Javier Laguna (artista plástico) decidieron reciclar la literatura formando una editorial rara: los libros editados tienen la tapa de cartón intervenidos, o sea se pintan a mano y ninguna es igual a otra. El cartón lo compran a $1,50 (cuando el precio habitual ronda los $0,30) a cartoneros de la vía publica. En agosto se suma al proyecto Fernanda Laguna (artista y directora de la galería “Belleza y Felicidad”) proponiendo abrir una "cartonería" y galería de arte, en la calle Guardia Vieja 4237 que bautizaron “No hay cuchillos sin rosas”, el local al principio funciono como verdulería, aparte de servir como editorial de libros con material de desecho, cartones que se convierten en tapas de libros con colores fluo, hojas fotocopiadas de textos cedidos por sus autores o herederos (conservando su propiedad comercial), la premisa de la editorial es la difusión de autores latinoamericanos, material inédito o desaparecido, de vanguardia, de culto, border o de autores que las grandes editoriales no están interesados. Entre los que se encuentran cosas de Cesar Aíra, Sergio Parra, Ricardo Piglia y rarezas como la obra de “Salvadora Medina Onrubia”, anarquista, considerada la primera feminista del país, además de ser la abuela de Copi (Personaje mítico del under de los 80). Los libros son realizados a la vista del publico por chicos que dejaron de cartonear cuando se unieron al proyecto, cobrando $3 la hora de trabajo, el precio de cada libro es de $4 aprox. para que este al alcance de la gente de cualquier nivel económico y para que la plata circule mas rápido y genere mano de obra, sino se vende no se produce.
Ande lo consigo?
La venta se realiza en algunas librerías que acceden a comprar el material de antemano (ej. “Boutique del libro”), en el local o salen a vender a la calle en algún evento en que se junte gente. "A veces viene gente con la mejor onda para donar cartón, pero no podemos aceptarlo, eso atenta contra la sustentabilidad del proyecto, lo importante es dar valor al esfuerzo, comprar el cartón y no hacer caridad". Para trabajar en el proyecto "alcanzan las ganas de quien quiera usar sus manos y ganarse el pesito", curiosamente Eloisa lleva ese nombre en honor a una mujer boliviana de la que Javier estaba enamorado y nunca trabajo porque era multimillonaria. Con el tiempo nació también “Eloisa Costurera”, que también esta en el mismo local , que realizan remeras, reciclan ropa y hacen arreglos de ropa, comandados por Ramona, a quien Fernanda conoció cuando fue a dictar un curso de serigrafía a
Los libros cartoneros siguen pero actualmente también poseen encuadernación estándar edic. Mansalva para textos largos, ya que las ediciones cartoneras no pueden superar las 70 paginas, también a precio bajo.
Y así continua este espacio donde hacer e inventar 
cosas, como ellos mismos dicen: Eloisa te invita...a participar de su..."concurso permanente mejor gol a los ingleses", en el cual no habrá primeros premios ni últimos rezagados, sino la posibilidad de formar parte del catalogo, trae personalmente tu carpeta, trae copias (no se aceptan originales ni cosas geniales). No envíes mails ni llames, vení directamente a Brandsen 647, La Boca.
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